Eduardo Serpa Coda. Gerente de proyecto Quellaveco Anglo American.
Juan Carlos Soto, Arequipa/En Moquegua, al proyecto minero Quellaveco le endilgaron el apodo de “quinceañera”. Anglo American, la compañía que explotará a tajo abierto un yacimiento de cobre y molibdeno, esperó más de quince años para recibir la luz verde y arrancar con sus operaciones. Desde que compraron los derechos a Minero Perú, el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) fue replanteado varias veces. En los últimos 16 meses consiguieron la licencia social en una mesa de diálogo promovida por el presidente regional Martín Vizcarra. Ahí la minera se comprometió con un aporte de mil millones de soles fuera del canon y sobrecanon que será otro ingreso para Moquegua. La inversión se destinará a financiar obras que garanticen el abastecimiento de agua y proyectos incluidos en el plan de competitividad de la región sureña. Sin duda, la otra cara a Conga en Cajamarca.
-Quellaveco esperó casi dos décadas. ¿No es un periodo muy largo para que entre a operar un proyecto minero en el Perú?
Proyectos de esta envergadura toman su tiempo. Ya sea por las obras de ingeniería o temas sociales. Estábamos listos para empezar a construir la mina en el 2010; previamente se hicieron dos modificaciones al Estudio de Impacto Ambiental en el 2008 y 2010. El proceso de diálogo nos llevó hasta este 2012. Sin embargo, fue muy importante ponerse de acuerdo con la sociedad civil.
-¿El desenlace de la mesa de diálogo fue un ejemplo de cómo deberían resolverse los conflictos sociales que involucran a las compañías mineras?
Nosotros lo entendemos como un primer paso de un largo caminar en nuestra relación con Moquegua. Se debe recordar que esta mina necesita cuatro años de construcción y treinta de explotación. Además otros diez años de plan de cierre. El proceso de diálogo sentó buenas bases y nosotros seremos sujetos de un escrutinio muy cercano de la población a través de un comité que se encargará de hacer cumplir todos los compromisos que se han asumido.
-La mayoría de los conflictos sociales en el Perú parten de la percepción de que las mineras se la llevan toda y no dejan renta, dinero que a veces los gobiernos regionales y locales no pueden gastar en forma eficiente. ¿Quellaveco se involucrará en la gestión del gasto?
Lo discutimos en la comisión de responsabilidad social de la mesa de diálogo. La idea no solo es entregar el Fondo de Desarrollo de Moquegua sino generar proyectos que sean la base también para la ejecución del canon y sobrecanon minero que recibirá la región. Se formará una asociación sin fines de lucro que permitirá generar esas capacidades y que los proyectos pasen los sistemas de control de inversión pública. Además esos proyectos estarán vinculados con el plan de competitividad de Moquegua que elaboró la Universidad San Martín de Porres y el ex ministro de Economía y Finanzas Luis Carranza.
-¿Cuándo comienzan el proyecto y el cumplimiento de esos compromisos?
Cuando nuestro directorio lo apruebe. A partir de ahí nosotros empezaremos a cumplir con lo acordado.
AGUA PARA AGRICULTURA
-Sin embargo, todavía el proyecto tiene resistencias en el valle arequipeño de Tambo (Islay), que tiene el antecedente de paralizar el proyecto minero de Tía María.
El desarrollo del proyecto respeta el agua para la agricultura y la población. Ese fue el sustento de la mesa de diálogo sostenida con Moquegua. El yacimiento minero se encuentra dentro del cauce del río Asana, y eso significa tener mucho cuidado con la calidad y cantidad de agua de esa cuenca para evitar su contaminación. Para el abastecimiento tomaremos los excedentes del río Vizcachas, tributario del Tambo. Elevaremos el volumen de una represa de 28 millones de metros cúbicos (MMC) a 60 millones. Además Tambo tendrá dos beneficios, en calidad y en cantidad. Uno de los ríos tributarios de la cuenca está con boro y arsénico. Nos llevaremos el recurso contaminado y les daremos agua limpia de la represa.
-¿El acuerdo es tácito o está en las actas que se suscribieron en la mesa de diálogo con Moquegua?
Está muy claro en las actas de la comisión de Recursos Hídricos y del pleno. Ahí se precisan las cantid
ades que salen de la represa para Tambo. El embalse tendrá 28 MMC y se repartirá así: 6,8 MMC para Moquegua, 4,67 MMC de caudal ecológico permanente que beneficiará a Tambo, además en época de estiaje ( setiembre- diciembre) este valle recibirá 5,29 MMC. Para nuestras operaciones mineras tomaremos 4 MMC. Con los adicionales por los reboses Tambo podría recibir 10 MMC al año. Porque construimos una represa de 60 MMC. En esa zona habrá años en que puedan generarse más de 28 MMC; guardaremos ese recurso para los tiempos de sequía y no dejar de cumplir nuestras obligaciones.
-¿Pero parece que los pobladores no lo saben?
Hay un equipo de trabajo en Tambo que explica las características del proyecto. Y podemos garantizar que no habrá ningún impacto negativo. Al contrario, habrá un impacto positivo.
-¿Por qué Arequipa y Moquegua tuvieron problemas en el pasado por el agua?
Hace meses hubo una presentación preliminar de un estudio a cargo del gerente de Pasto Grande. En esa cuenca hay 572 MMC que durante la temporada de lluvias terminan en el mar. Es agua que tienen que aprovechar Arequipa y Moquegua. Y ese es un volumen promedio entre tiempos de sequía y periodos húmedos; hay años en que una mayor cantidad de agua discurre por la cuenca.
-Como ninguna región del país, Moquegua tiene un futuro alentador en inversiones. Hay otros proyectos mineros en cartera, se oficializó lo de Pasto Grande II y es probable que la industria petroquímica vaya para allá. Este clima favorable los beneficia a ustedes también.
No sé si directamente a Quellaveco. Sin embargo, hemos percibido que la gente de Moquegua siente esto como una gran oportunidad. Por ejemplo, las cámaras de Ilo Moquegua tienen muchas esperanzas en el polo petroquímico y así generar un cloaster que pudiese atender a otros sectores.
La compañía minera producirá 200 mil toneladas de cobre fino al año
Quellaveco producirá 200 mil toneladas de cobre fino al año. Los depósitos de mineral están en el cauce del río Asana, uno de los afluentes de donde los moqueguanos consumen agua. Para evitar la contaminación el curso del río será desviado por una tubería de 7,8 km. Para el procesamiento de mineral demandarán 700 litros por segundo. Tomarán el recurso de la cuenca del Tambo que beneficia a Moquegua y al valle arequipeño del mismo nombre.
Días después a esta entrevista en la capital de Islay, Mollendo, los pobladores no aceptaron la presentación de un estudio de la cuenca hídrica que comparten con Moquegua y lo harán ahora con Quellaveco. El presidente Martín Vizcarra fue pifiado y acusado de regalarle el agua a la empresa minera.
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