Juan Carlos Morante es doctor en Filosofía, teólogo y rector de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), centro de estudios de la orden jesuita. Hacia dónde debe caminar la universidad peruana y cuáles son sus carencias son temas que responde aquí. Su visión no es complaciente.
Por Raúl Mendoza
–¿El Estado peruano, cuya economía ha crecido en los últimos años, invierte lo suficiente en la universidad pública?
–El Estado invierte en ella, aunque no lo suficiente. Pero no se trata solo de un problema de inversión o de recursos económicos, sino que también es un tema de gestión, de competencias para dirigir y gobernar las universidades. Hay universidades públicas que mantienen un buen nivel y hacen un gran esfuerzo con escasos recursos, pero son muy pocas.
–¿Por qué la mayoría de universidades públicas no tiene un buen nivel ?
–Hay distintas razones. Hay recursos que el Estado no asigna eficientemente; hay regiones que tienen canon, dinero, pero a veces no siempre llega a la universidad. O a veces la universidad no tiene la capacidad de gestionar bien esos recursos. Y también está la politización, que tiene que ver con la autonomía de la universidad. La universidad debe fomentar la diversidad de opiniones, de puntos de vista, la confrontación, el diálogo, la tolerancia, que son rasgos propios de la universidad. Cuando la universidad se politiza y un sector, una ideología, quiere acaparar el control, se pierde algo esencial que es la libertad de pensamiento para generar conocimiento al servicio de la sociedad. Eso pasa en las universidades, no solo en la universidad pública sino en las privadas.
–¿Se podría decir que la universidad pública está en crisis?
–En general, se puede decir que la universidad peruana tiene que plantearse seriamente, de cara a la sociedad y al país, qué quiere ofrecer. Porque no tenemos una política clara de lo que es la educación superior universitaria. Y es necesario un mayor diálogo y una mayor comunicación entre la universidad y la sociedad.
–Hoy no hay investigación en las universidades, ni siquiera en las privadas
–Son muy pocas las universidades que tienen un rol destacado en este aspecto. En parte porque la investigación es cara. Y sí, muchas privadas no lo hacen.
Universidad privada
–Ahora hay una gran presencia de universidades privadas pero eso no asegura una educación de calidad. ¿O me equivoco?
–Creo que muchas de las universidades privadas cubren la demanda, pero no necesariamente la calidad. Y ese es uno de los problemas importantes que encontramos. Una universidad de calidad es la única manera de asegurar profesionales eficientes y por lo tanto asegurar un eficiente funcionamiento de las instituciones de la sociedad. Hay muchos profesionales que egresan de universidades, pero la gran mayoría no tiene el talento necesario para desempeñarse en la vida laboral. Hay una demanda de calidad que no cubre la gran mayoría de nuevas universidades privadas. Muy pocas lo hacen.
–¿La universidad peruana necesita una nueva ley universitaria que cambie aspectos muy precisos o se necesita una reforma universitaria integral?
–Lo que está en la discusión es tener un sistema de educación universitaria. En estos momentos, la universidad peruana en general no tiene ninguna regulación. De manera que cada universidad es autónoma; solo hay una ley marco de referencia y cada una tiene un estatuto. No hay una instancia reguladora. La Asamblea Nacional de Rectores (ANR) tiene función de coordinadora de la universidad. Debe haber una instancia más grande que la Asamblea, una instancia en la que estén los rectores de las universidades pero también representantes de la sociedad, de las empresas, colegios profesionales, la sociedad en su conjunto. Para que puedan pensar y dar orientaciones a la universidad, de manera que se logre esa mejor coordinación entre lo que el país requiere y lo que la universidad ofrece.
Esa es la gran carencia en estos momentos.
–En otros países hay políticas que establecen incluso las carreras que los egresados de los colegios pueden estudiar...
–Así es. De acuerdo con las necesidades del país, a la demanda y a las posibilidades de trabajo.
–Así es. De acuerdo con las necesidades del país, a la demanda y a las posibilidades de trabajo.
–¿En el Perú se necesita hoy más ingenierías que carreras de letras?
–Se requiere mayor inversión en ciencia y tecnología, y el Perú está en un momento que tiene oportunidad para hacerlo por la prosperidad económica que vive. Los recursos debieran invertirse en ciencia y tecnología porque es la mejor manera de asegurar un desarrollo sostenido hacia adelante. Pero también creo, y no bastan la ciencia y la tecnología, sino la formación integral, humanista, de las personas. El país requiere sujetos responsables, ciudadanos que puedan ofrecer competencias en función de un proyecto de sociedad. Y todo con una alta carga ética.
–¿Cómo se enfrenta el problema de la aparición de universidades sin las calidades necesarias?
–En estos momentos no se puede hacer mucho. Lo que sí hay son los procesos de acreditación. Las universidades tendrán que acreditarse, cumplir una serie de estándares que se establecen a nivel nacional e internacional. La acreditación no implica por sí misma una mejora de la calidad; eso depende de la voluntad de la universidad: si se asume el proceso de acreditación como parte de un proceso de mejora continua de la calidad. Ese es el camino que están siguiendo las universidades en el mundo.
–¿Hay medidas concretas a aplicar para que la universidad peruana eleve su nivel?
–Mejorar la calidad supone establecer estándares bien claros, someterse a controles y evaluaciones permanentes de su rendimiento. Tanto a nivel académico como a nivel de investigación y servicios que brinda. También con transparencia en la gestión económico-financiera.
–¿Qué reformas debe plantear una nueva ley universitaria?
–La nueva ley universitaria seguramente va a discutir el rol que la Asociación Nacional de Rectores pueda tener en estos momentos, para que la sociedad esté mejor representada en ella, de manera que la universidad avance en una articulación mejor de su oferta académica, de su investigación, con los requerimientos de la sociedad. Ese es un camino ineludible si queremos que la universidad mejore. Y el Congreso debe ser capaz de abrir el debate sobre la ley, y el Ejecutivo debe jugar su papel con el tema presupuestal.
–Volviendo al tema de la universidad pública peruana, ¿debería ser completamente gratuita?
–Es gratuita en el pregrado. Hay un debate sobre si quienes tienen recursos debieran pagar o no. Tal vez sería lo más justo.
Visión para el futuro
Los días 26, 27 y 28 de octubre, la UARM organizó el simposio internacional “¿A dónde va la universidad peruana? Enseñanzas del pasado y desafíos del futuro” en su sede de Pueblo Libre. El encuentro se estructuró en seis paneles que trataron temas como la investigación, la gestión, la acreditación, historia, desafíos y futuro de la universidad peruana. Una treintena de expertos participaron en el evento.
Los días 26, 27 y 28 de octubre, la UARM organizó el simposio internacional “¿A dónde va la universidad peruana? Enseñanzas del pasado y desafíos del futuro” en su sede de Pueblo Libre. El encuentro se estructuró en seis paneles que trataron temas como la investigación, la gestión, la acreditación, historia, desafíos y futuro de la universidad peruana. Una treintena de expertos participaron en el evento.
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