Desconfianza en proyectos mineros sigue generando protestas. Se requiere impulsar también otras actividades productivas
Por: Jorge Lescano Sandoval (*)
El país vive una escalada de conflictos que se están radicalizando, generados, sobre todo, por los proyectos mineros y su impacto sobre el medio ambiente y en el desarrollo sostenible –social, económico y ambiental– de las comunidades locales.
CAMBIO DE PARADIGMA
Las actividades minero-metalúrgicas deben empezar a desempeñar, ya, un papel central en el desarrollo sostenible de las comunidades. Ese sector puede y debe actuar como catalizador de un cambio socioeconómico y ambiental positivo que resulte en un beneficio de ida y vuelta, tanto para la empresa como para la población aledaña a las exploraciones y centros de extracción y procesamiento. Para lograr este mutuo beneficio (empresa-comunidad) debe haber una visión a largo plazo; es decir, que la premisa ha de ser la sostenibilidad de la comunidad a largo plazo, una vez concluidas las actividades extractivas.
Las actividades minero-metalúrgicas deben empezar a desempeñar, ya, un papel central en el desarrollo sostenible de las comunidades. Ese sector puede y debe actuar como catalizador de un cambio socioeconómico y ambiental positivo que resulte en un beneficio de ida y vuelta, tanto para la empresa como para la población aledaña a las exploraciones y centros de extracción y procesamiento. Para lograr este mutuo beneficio (empresa-comunidad) debe haber una visión a largo plazo; es decir, que la premisa ha de ser la sostenibilidad de la comunidad a largo plazo, una vez concluidas las actividades extractivas.
PENSAR EN EL MAÑANA
Resulta impostergable construir y desarrollar, en paralelo, otras fuentes sostenibles –no mineras– de ingresos en las áreas donde se localizan las minas, y sus espacios de influencia. Esto permitirá a las comunidades tomar un camino de desarrollo independientemente de la minería, para elevar su calidad de vida, su bienestar y con la tranquilidad y confianza de saber que contarán con proyectos sostenibles para cuando se agoten las reservas, concluyan las operaciones y la mina sea clausurada. Esa etapa final, debe pensarse y planificarse desde el inicio de las operaciones. No se trata de dejar un tajo abierto, sino de restituir el ambiente y el paisaje a su estado natural, y hasta mejorarlo, como ocurre en los países desarrollados. Lograr esto implica crear vínculos sólidos basados en la confianza y en acuerdos vinculantes, entre la minería y otros sectores económicos, sociales y ambientales.
Resulta impostergable construir y desarrollar, en paralelo, otras fuentes sostenibles –no mineras– de ingresos en las áreas donde se localizan las minas, y sus espacios de influencia. Esto permitirá a las comunidades tomar un camino de desarrollo independientemente de la minería, para elevar su calidad de vida, su bienestar y con la tranquilidad y confianza de saber que contarán con proyectos sostenibles para cuando se agoten las reservas, concluyan las operaciones y la mina sea clausurada. Esa etapa final, debe pensarse y planificarse desde el inicio de las operaciones. No se trata de dejar un tajo abierto, sino de restituir el ambiente y el paisaje a su estado natural, y hasta mejorarlo, como ocurre en los países desarrollados. Lograr esto implica crear vínculos sólidos basados en la confianza y en acuerdos vinculantes, entre la minería y otros sectores económicos, sociales y ambientales.
RESPONSABILIDAD
Para ser sostenible toda actividad debe enfocarse como parte del desarrollo integral, armónico y equilibrado de la comunidad y garantizar en el futuro el mantenimiento y mejoramiento de tales actividades. El desarrollo sostenible de la comunidad debe ser apoyado por prácticas mineras responsables, ambiental, social y empresarialmente. Para maximizar la contribución de la minería a los objetivos del desarrollo sostenible, es necesario aplicar un enfoque holístico y plenamente integrado.
Para ser sostenible toda actividad debe enfocarse como parte del desarrollo integral, armónico y equilibrado de la comunidad y garantizar en el futuro el mantenimiento y mejoramiento de tales actividades. El desarrollo sostenible de la comunidad debe ser apoyado por prácticas mineras responsables, ambiental, social y empresarialmente. Para maximizar la contribución de la minería a los objetivos del desarrollo sostenible, es necesario aplicar un enfoque holístico y plenamente integrado.
LOS DIEZ PRINCIPIOS
Las organizaciones mineras en el Perú, deberían asumir los diez principios del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) como parte de sus prácticas de buen gobierno corporativo: implementar y mantener prácticas éticas de negocios y sistemas sólidos de gobierno corporativo; integrar los temas de desarrollo sostenible al proceso de toma de decisiones de la empresa; apoyar los derechos humanos fundamentales y el respeto por culturas, costumbres y valores, en relación con los empleados y otros grupos afectados por las actividades; implementar estrategias de gestión de riesgo basadas en información válida y una sólida base científica; buscar el mejoramiento continuo en el desempeño respecto a la salud y seguridad; buscar el mejoramiento continuo de su desempeño ambiental; contribuir a la conservación de la biodiversidad y a enfoques integrados de planificación territorial; facilitar y estimular el diseño, uso, reutilización, reciclaje y disposición responsable de los productos; contribuir al desarrollo económico y social de las comunidades en las áreas de operación; implementar con las partes interesadas mecanismos de información, comunicación y participación que sean efectivos, transparentes y verificables independientemente.
Las organizaciones mineras en el Perú, deberían asumir los diez principios del Consejo Internacional de Minería y Metales (ICMM) como parte de sus prácticas de buen gobierno corporativo: implementar y mantener prácticas éticas de negocios y sistemas sólidos de gobierno corporativo; integrar los temas de desarrollo sostenible al proceso de toma de decisiones de la empresa; apoyar los derechos humanos fundamentales y el respeto por culturas, costumbres y valores, en relación con los empleados y otros grupos afectados por las actividades; implementar estrategias de gestión de riesgo basadas en información válida y una sólida base científica; buscar el mejoramiento continuo en el desempeño respecto a la salud y seguridad; buscar el mejoramiento continuo de su desempeño ambiental; contribuir a la conservación de la biodiversidad y a enfoques integrados de planificación territorial; facilitar y estimular el diseño, uso, reutilización, reciclaje y disposición responsable de los productos; contribuir al desarrollo económico y social de las comunidades en las áreas de operación; implementar con las partes interesadas mecanismos de información, comunicación y participación que sean efectivos, transparentes y verificables independientemente.
COLABORACIÓN
La respuesta a la actual conflictividad socioambiental pasa por constituir un nuevo orden, un nuevo modelo en el que todos los actores involucrados sean incluidos y puedan generarse asociaciones de colaboración para la formulación y ejecución de marcos jurídicos, fiscales y normativos amplios, así como políticas, proyectos y actividades para promover prácticas mineras sostenibles y una saludable interacción y relación empresa-comunidad. De lo que se trata, finalmente, es asegurar la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la población, no por un plazo sino a futuro y por largo tiempo. Para que las comunidades puedan continuar con sus vidas, en mejores condiciones y con mayores oportunidades, en sus propias zonas de origen.
La respuesta a la actual conflictividad socioambiental pasa por constituir un nuevo orden, un nuevo modelo en el que todos los actores involucrados sean incluidos y puedan generarse asociaciones de colaboración para la formulación y ejecución de marcos jurídicos, fiscales y normativos amplios, así como políticas, proyectos y actividades para promover prácticas mineras sostenibles y una saludable interacción y relación empresa-comunidad. De lo que se trata, finalmente, es asegurar la mejora de la calidad de vida y el bienestar de la población, no por un plazo sino a futuro y por largo tiempo. Para que las comunidades puedan continuar con sus vidas, en mejores condiciones y con mayores oportunidades, en sus propias zonas de origen.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) debe reformular y mejorar con visión de sostenibilidad sus declaraciones juradas anuales en materia de desarrollo sostenible. Basta ajustar algunas normas y afinar la visión ambiental y la comprensión y respeto de los fenómenos culturales y sociales para posibilitar que la gran, mediana, pequeña y minería artesanal contribuyan al desarrollo sostenible. Ello dependerá de la responsabilidad y el compromiso con la búsqueda de la paz social, la conservación ambiental y el progreso para todos.
PARA TENER EN CUENTA
Otro certificado
En 1999, empezó a desarrollarse en el Chocó el proyecto Oro Verde. El proyecto fue creado por un equipo de mineros, líderes comunitarios y universitarios que repensaron la minería para convertirla en un proceso ecológicamente sostenible.
Otro certificado
En 1999, empezó a desarrollarse en el Chocó el proyecto Oro Verde. El proyecto fue creado por un equipo de mineros, líderes comunitarios y universitarios que repensaron la minería para convertirla en un proceso ecológicamente sostenible.
El proceso para extraer el oro utiliza, por ejemplo, herramientas y recursos que provienen de la naturaleza misma, evitando los impactos ecológicos negativos. Estos métodos provienen del proceso de transmisión oral de las comunidades locales. No se utiliza ningún químico.
EN PUNTOS
Nuevos esquemas
1. El Gobierno Peruano busca aplicar un nuevo esquema con la actividad minera.
Nuevos esquemas
1. El Gobierno Peruano busca aplicar un nuevo esquema con la actividad minera.
2. La intención es asegurar el crecimiento de una minería responsable, que respete el medio ambiente y garantice el desarrollo de las comunidades.
3. Se busca lograr una minería sostenible, que garantice los recursos hídricos y la agricultura.
4. Se busca establecer fondos sociales, que garanticen el desarrollo de las comunidades donde se ejecutan los proyectos mineros.
5. Se avanza en las reformas de instituciones como la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y el Organismo de Evaluación y Fiscalización del Ambiente (OEFA), para que cuenten con los profesionales necesarios que faciliten desarrollo sostenible de la minería.
6. El Ejecutivo trabaja las medidas de comunicación necesarias con la población, y cumplir con los objetivos de la inclusión social.
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