viernes, 25 de noviembre de 2011

Otorgan patente por creación del fibrocemento

AVANCE. PROYECTO FUE REALIZADO EN LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ

Producto resulta ser económico para la fabricación de calaminas
Por: Sandro Medina Tovar
Viernes 25 de Noviembre del 2011
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) acaba de otorgar una patente de invención a un producto conocido como fibrocemento, un material ecológico y económico que sirve para la construcción de viviendas y que fue creado en los laboratorios de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).
Sus inventores fueron los ingenieros Carlos Fuentes Rojas y Julio Acosta, así como la química Ana Pastor. Y fue el primero de ellos quien emprendió esta iniciativa tecnológica, mientras era estudiante de la mencionada casa de estudios, pero una vez egresado continuó con la idea hasta concretarla.
“El proyecto consistía en fabricar un material ecológico, económico y eficiente para la construcción de casas y remplazar el uso de calaminas convencionales y esteras”, recordó a El Comercio Carlos Fuentes, quien actualmente cursa estudios de doctorado en Bélgica.
La propuesta en un comienzo fue rechazada por la falta de rigor científico. Pero su idea era inquebrantable. “En un principio, se pensó emplear la fibra de celulosa extraída de todos los desechos de papel para fabricar paneles verdaderamente económicos, de manera que se pudiera mejorar la calidad de vida de las zonas de extrema pobreza”, comentó.
MULTIDISCIPLINARIO
“El insumo principal que utiliza este material es el cartón. Pero este no resistiría la lluvia y los hongos. Era necesario adoptar otro producto para que esto no suceda”, dijo Fuentes. Fue así que interviene la especialista Ana Pastor, quien les recomendó recubrir su producto con un biopolímero llamado quitosano, el cual iba a actuar como un plástico natural.
“El quitosano, aparte de eliminar las bacterias y los hongos, le daría mayor rigidez a este material; más todavía, este insumo resulta ser un desecho que no es aprovechado actualmente”, precisó la doctora Pastor.
Toda esta suma de diseños y pruebas supervisadas y dirigidas por el ingeniero Julio Acosta trajo como resultado el fibrocemento, que está compuesto por fibras de sisal, cemento, papel y biopolímero quitosano.
“Construimos los equipos necesarios para fabricar la probetas de manera artesanal (una prensa y una máquina de vacío) y ya con el material terminado, presentamos el invento”, indicó.
“Con este material se puede fabricar fundamentalmente calaminas y paneles. Tiene también todas las aplicaciones que se pueden usar con el dry-wall”, precisó Pastor.

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