martes, 22 de noviembre de 2011

Sí a la minería responsable

Los tiempos de cambios fundamentales en la estructura política y social de la nación exigen nuevos métodos y procedimientos, demandan alternativas adecuadas para que funcione un sistema con creación de riqueza, desarrollo sostenible, justicia y equidad.

En este nuevo escenario para el crecimiento económico con inclusión social aparecen el diálogo y la responsabilidad empresarial compartida como las herramientas más importantes para alcanzar el progreso colectivo y armónico.
¿Qué está en juego en el proyecto Conga? Al igual que en otras zonas andinas con enorme potencial minero se trata de una inversión que bordea los 4,800 millones de dólares, que retribuirá, sin duda, importantes ingresos al fisco nacional y generará trabajo y oportunidades para una región que aún figura en el mapa de la pobreza del país.
Pero no basta acoger la inversión otorgándole estabilidad política y seguridad jurídica. En cada proyecto de esa envergadura hay que establecer previamente un contrato social que garantice que se amenguará en todo lo posible el impacto ambiental, el daño a la naturaleza, que es el más preciado capital con que contamos los peruanos.
Se necesita de un compromiso de responsabilidad por parte de los inversionistas, el cual debe patentizarse en generación de empleo para la región involucrada, con infraestructura, programas educativos y de salubridad, entre otros aspectos.
Y no se trata aquí de imponer puntos de vista personales o de grupo. El principio de esta reciprocidad y responsabilidad que atañe, en grado vinculante, a las partes comprometidas radica ya en el espíritu de la Ley de Consulta Previa, recientemente promulgada por el gobierno del presidente de la República, Ollanta Humala Tasso. 
Además, esta nueva visión del desarrollo empresarial y de mercado no solo está claramente definida por la política de cambios del Gobierno peruano, sino que está inscrita en los nuevos códigos de jurisprudencia universal que van surgiendo de los más importantes foros internacionales, en los cuales, poco a poco, los líderes de las naciones van asumiendo nueva conciencia y responsabilidad frente a problemas cruciales como el cambio climático  y la paradójica convivencia de unos pocos países ricos frente a millones de hombres y mujeres del planeta que subsisten en condiciones de hambre y miseria.
El Perú no es ajeno a este drama de la humanidad. El desafío de cerrar la enorme brecha de la desigualdad social constituye, por tal razón, una de las vigas maestras de la política que conduce el presidente Ollanta Humala.
Con razón plena, el presidente del Consejo de Ministros, Salomón Lerner Ghitis, y el ministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, han dejado sentado que el Gobierno peruano apoya de buen grado la ejecución del proyecto minero Conga, en Cajamarca, siempre y cuando la empresa inversora cumpla con sus obligaciones ambientales y sociales, en estricto cumplimiento de nuestra legislación vigente.
De igual modo, han rechazado los métodos violentos en la búsqueda de una solución satisfactoria para las partes y, predicando con el ejemplo, han optado por el diálogo como la mejor herramienta del desarrollo y la justicia social. 


Fecha:03/11/2011

No hay comentarios:

Publicar un comentario